
29 de septiembre de 2021
Aspet Tadevosyan y Marta Barrera, nuevos becarios de la Fundación Goñi y Rey
La Fundación Goñi y Rey ha concedido este año dos becas para cursar el Programa del Diploma del Bachillerato Internacional durante los cursos académicos 2021-2023. Por su brillante trayectoria académica y proyección, los alumnos seleccionados han sido Aspet Tadevosyan y Marta Barrera Cascos.
Con la mirada puesta en el futuro, la cabeza en el presente y los pies en el suelo, Aspet y Marta albergan el deseo de conferir perfil internacional a sus respectivas trayectorias académicas. “Mi sueño desde que era niña es poder estudiar en el extranjero”, confiesa Marta. Ambos llegaron a la convocatoria de becas como fruto de una concienzuda indagación que los llevó a descubrir la existencia de un modelo alternativo al bachillerato nacional. Aspet tenía claro que el IB “sería una experiencia única que solo podría aprovechar gracias a la beca que ofrecía la Fundación Goñi y Rey”.
Acostumbrados al esfuerzo y a asumir retos, Marta y Aspet están muy ilusionados con esta oportunidad de ampliar conocimientos y explorar nuevos territorios. Según Aspet, salir de la zona de confort es importante para crecer. Por su parte, Marta asegura convencida que “el IB fomenta que razones por ti mismo y mires todo desde otras perspectivas”. La firme determinación con la que han afrontado este cambio no les salvó de los nervios propios del primer día. En ese sentido, Marta reconoce que “los primeros días fueron un poco caóticos”, pero gracias al apoyo de compañeros y Profesores ha conseguido acostumbrarse al cambio de aulas, espacios y dinámicas pedagógicas en tiempo récord.
En cuanto al futuro, los dos se decantan por las ciencias. Marta muestra interés hacia el campo de la sanidad: “me gusta todo lo relacionado con la salud, en concreto con la investigación del cuerpo humano”. Aspet tiene claro su gusto por la física y las matemáticas, dos campos de conocimiento inexorablemente vinculados. “Voy a estudiar una carrera de ingeniería porque es el campo que explica todo aquello que en el pasado se consideraba magia: desde poder comunicarnos sobre grandes distancias hasta volar”, razona con rotundidad. Pese a su alto rendimiento, no todo es estudiar. En su apretada agenda siempre hay hueco para la desconexión y cultivar aficiones que despejen la mente y oxigenen el espíritu. Aspet es aficionado al ajedrez, y a buen seguro se convertirá en un ajedrecista implacable. Marta diversifica en natación, canto y piano. Marta y Aspet, Aspet y Marta, dos nombres cargados de futuro. ¡Bienvenidos!